La conjuntivitis neonatal o del recién nacidos , es una enfermedad de la superficie ocular caracterizada por la inflamación de la conjuntiva por causas infecciosas o no infecciosas antes de los 30 días de vida.
Las posibles complicaciones de la conjuntivitis neonatal incluyen endoftalmitis, queratitis, ceguera (rara en países desarrollados) y, dependiendo de la etiología, puede tener manifestaciones sistémicas asociadas como neumonía, meningitis y sepsis.
La causa de la conjuntivitis neonatal generalmente es de naturaleza química, bacteriana y viral.
Los recién nacidos, especialmente los que nacen prematuros, se encuentran en particular riesgo de conjuntivitis porque pasan mucho tiempo con los ojos cerrados, permitiendo la proliferación bacteriana, y sus sistemas lagrimales inmaduros limitan la distribución y el drenaje de las lágrimas.
Los recién nacidos también carecen de una función inmune completa en la conjuntiva, lo que limita la función inmune local y contribuyen a la gravedad del proceso infeccioso oftálmico.
Otros factores de riesgo: infección vaginal materna (contaminación en el canal de parto), infección por el virus VIH materno, atención prenatal deficiente, prevención inadecuada, ruptura prematura de membranas y trabajo de parto prolongado, prematuridad, bajo peso al nacer, trauma en el parto, exposición química, etc.
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